Las mujeres jugaron un papel clave en la conquista de América y Chile. Lamentablemente, la documentación oficial y la historiografía ha “olvidado” a las mujeres. Es necesario hacer un esfuerzo por estudiar su rol en la historia, no solo en la conquista sino a lo largo de toda la historia de Chile.
El porcentaje de mujeres que vino al Nuevo Mundo a través de España llegó a ser de hasta un 28,5% en el período 1560-1579. De las 5.013 mujeres registradas que llegan a América en esta veintena, 1.980 (cerca del 40%) eran casadas o viudas, y 3.024 (60%) solteras.
Una vez lograda la Conquista, aparte de las labores domesticas, muchas mujeres casadas con conquistadores enriquecidos se dedicaron a la caridad y participar en cofradías religiosas.Por ejemplo, la esposa de Pedro de Valdivia, doña Marina, que llego al reino de Chile poco después de la muerte de su marido, vivió en Santiago, en una casona cerca de la Iglesia de San Francisco, asistiendo a los pobres y entregándoles mantención a los sacerdotes.
También la mujer indígena tuvo una importante participación en el proceso de conquista, defendiendo sus tierras junto a sus comunidades o, por el contrario, sirviendo de apoyo a las huestes españolas, donde tuvieron un rol clave en el éxito de la conquista.
Cacique Janequeo
Fresia
INÉS DE SUÁREZ, defensora de Santiago.
"Gravísimo fue lo acontecido en Santiago el 11 de septiembre de 1541, pues los indios de la comarca santiaguina, una vez producida la división de las fuerzas españolas (Valdivia partió con 80 hombres al sur y quedaron 50 en la ciudad), se lanzaron a un ataque general.
La defensa de Santiago consistía en ese momento en una empalizada levantada en la plaza central de la ciudad. Allí hubieron de refugiarse los españoles. Los naturales, al mando del cacique Michimalonco, fueron tenaces en su empeño, comprendiendo que si acaban con Santiago y sus moradores, terminaban también con la recién comenzada colonización.
Michimalonco Ataca Santiago
La defensa fue tan encarnizada como el ataque, y el triunfo se logró a costa de sangre. Inés Suárez, la manceba de Valdivia que le había acompañado desde el Perú, y que llegó a gozar del aprecio de sus compañeros, se distinguió por su decisión y el ánimo que supo infundir en los defensores.
Fuente: Historia General de España y América, Tomo VII, Ed.Rialp, Madrid, 1982, págs.395-396.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.